Los niños pintan en diferentes planos (vertical y horizontal) de la misma manera que lo hacen sobre diferentes superficies (hojas blancas, papel de lija, en el suelo, papel celofán, etc) y con distintos materiales (témpera, tizas, crayones, etc). El objetivo de estas actividades es permitirles conocer y explorar una inmensa variedad de texturas y materiales que los hacen entrar poco a poco en el mundo del arte.