“En cada época han dado por muerta a la poesía, pero esta se ha demostrado vitalicia, resucita con gran intensidad, parece ser eterna.
La poesía acompañó a los agonizantes y restañó los dolores, condujo a las victorias, acompañó a los solitarios, fue quemante como el fuego, ligera y fresca como la nieve, tuvo manos, dedos y puños, tuvo brotes como la primavera: echó raíces en el corazón del hombre.”
De Para nacer he nacido
Pablo Neruda