Haciendo hincapié en el verdadero fin de la lectura literaria: el placer estético; y tratando de acercarlos al gusto por la lectura, los cuentos y novelas leídos fueron elegidos según sus gustos y preferencias. Con las novelas policiales a la cabeza, el proyecto fue más que satisfactorio: debates y discusiones alrededor de tal o cual personaje, finales abiertos que nos obligan a seguir imaginando o la búsqueda de una segunda parte.
Todos nos encontramos como lectores y dejamos de lado por unos momentos los análisis de texto para encontrarnos con la palabra estética por la palabra misma y todo lo que ella nos hace disfrutar.
Prof. Alejandra M. Gallo