El deporte fomenta el crecimiento saludable, mejora la coordinación, la resistencia y la fuerza física.
Además, fortalece huesos, músculos y el sistema cardiovascular en una etapa importante de su desarrollo.
Practicar deporte juntos enseña a los niños a comunicarse, colaborar y trabajar en equipo. Aprenden a escuchar a sus compañeros, a seguir instrucciones y a ser empático, habilidades esenciales en la vida diaria
Al lograr objetivos en el deporte, los niños desarrollan confianza en sí mismos. Los logros, tanto individuales como grupales, refuerzan su autoestima y les hacen sentir que son capaces de superar los retos que se proponen.