El 17 de
junio se celebró la Feria de la Comunicación. Centrados en este tópico, desde
diferentes miradas disciplinares, se abordaron tipos de mensajes,
códigos, canales de ayer y de hoy y la
dimensión de su alcance en el receptor.
El
público, atraído por los gestos de tres mimos, entraba en una nube y ascendía por una escalera – túnel,
visualizando ondas sonoras, magnéticas, pulsos digitales. Una lluvia de
símbolos escriturales cedía el paso hacia el hall, donde se exhibía una
rigurosa línea de tiempo sobre la evolución de la Comunicación Gráfica.
Stands
interactivos invitaban a experimentar con mensajes y prácticas de otros
tiempos: el telégrafo y la manipulación del código Morse; la visita a una caverna
con testimonios de una protoescritura; juegos interactivos con afiches de
propaganda de la Segunda Guerra Mundial; Titulares de noticias; Mensajes encriptados;
Ideograms; Caracterizaciones de códigos tribales de Buenos Aires.
Un cerebro
gigante exhibía la localización de las áreas de los sentidos; se percibían sabores,
texturas, olores, sonidos para registrar
luego, por escrito las asociaciones libres
experimentadas.
Sonando
Bajo, la radio del Nightingale, se hizo
escuchar en todo momento y convocó a
muchos para participar en su emisión. Un exitoso trabajo que promete continuar sonando.
Un Haka de bienvenida realizado por los alumnos
despertó la emoción de todos.
La Plaza de lo que el tiempo se llevó, un mirador de objetos comunicacionales: diarios, antiguos,
máquinas de escribir, cámaras fotográficas, entre otros registros del acontecer
humano, sorprendieron a los visitantes.
Memories on TV, con programas de otros tiempos, logró satisfacer a
los nostalgiosos.
World of Cinema,
Clip Show, propuso una producción variada
de cortos acompañada con la gentileza del pop corn para la platea.
Los mensajes que no esperan respuesta estuvieron presentes: Fortune
Cookies, Mensajes en botellas, hasta una Cápsula de tiempo realizada por los alumnos.
Los juegos con las redes sociales, así como la cabina de selfies con un marco artístico
de fondo, un caleidoscopio de obras representativas de movimientos artísticos reveladoras del pulso de cada época, animó a todos a participar, conocer,
intercambiar ideas y divertirse.
Hubo textos
rescatados del olvido por su transformación artística en libros objeto con logros
diversos y originales.
La venta
de porta celulares intervenidos sirvió para recaudar fondos para proyectos
solidarios.
Interacción,
mucha dinamismo, avidez por compartir lo
aprendido, la alegría por tantas sorpresas y por el clima generado, fueron signos vitales que revelaron el resultado de
este fabuloso trabajo colectivo.
Felicitaciones
a todos por tanta entrega y muchísimas gracias a la comunidad del Nightingale
por acompañarnos en este proyecto.